
era un amor obstinado.
Se veían y volaban,
lo hacían con sus suspiros,
que iban de un lado a otro lado.
Se querían sin decirlo,
si lo hacían harían daño,
con un amor silencioso,
con un amor silenciado.
Dolían los corazones,
dolían de sujetarlos.
Un beso marcó sus vidas,
reían sólo de pensarlo.
Se besaron aún sabiendo,
que sólo sería un beso,
un beso y detrás más años.
Se besaron con urgencia,
con ardor improvisado.
Y les quedó ese recuerdo
de su amor omnipotente
pero por siempre callado.